S ociable, puntual, trabajadora, ni alta ni baja, ni gorda ni flaca, flexible, siempre dispuesta a probar cosas nuevas, a veces sabelotodo, otras en Babia. Me gusta la gente, la confianza recíproca, y la sinceridad descarnada. Lo de trabajadora está muy trillado, pero no es un cliché, a mí me gusta trabajar; claro que no tengo que bajar a la mina, entonces el adjetivo sería otro. A lo largo de mi trayectoria he tenido que ganarme la vida de varias maneras, alguna la hubiera obviado, pero tampoco me he tenido que disfrazar de pollo ni nada por el estilo.

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MI EDUCACIÓN

Pasé por la universidad y después de 5 años me dieron un título de periodismo que guardo en el fondo de una caja. Nunca ejercí la profesión, no era lo mío, pero me sirvió de puente para llegar al diseño gráfico. Un máster y múltiples cursos de nuevas tecnologías después hacen que mi perfil profesional sea flexible y adaptado a las circunstancias...

MI RECORRIDO

Muchos años en un banco me han convertido en una escéptica de las finanzas, es lo que tiene aguantar las quejas de la red de oficinas porque las cosas no funcionan. Empatizar con los problemas ajenos me lo llevé de mi etapa de ong. Aprendí que ser funcionario es algo muy bueno si consigues pasar una selección exigente. Algo más de un año en las cloacas de la publicación de libros me dejaron un poso amargo. Y lo de ser francotirador laboral lo dejo para personas con paciencia infinita y calma chicha. Desde finales de 2018, pongo mi talento al servicio de una empresa dedicada al Derecho Sanitario, donde desarrollo webs, landing, newsletters y cualquier cosa que implique código. Soy una "todo terreno" y contenta de que sea así, pero no descarto el progreso profesional ni las experiencias que otras empresas me puedan ofrecer.

Antes de que alguien lo note, diré que ya no soy una jovencita pero todavía me quedan muchos años para la jubilación. Estoy un poco harta de que se nos descarte por ser mayor, por ser mujer, por ser gorda o por ser de Lagartera (nada personal contra este pueblo). Olvidemos las discriminaciones aleatorias y centrémonos en lo importante. La experiencia y la formación son fundamentales sin menospreciar la juventud y la frescura. Sigo teniendo la misma curiosidad y ganas de aprender que cuando empecé mi vida profesional y me adapto con facilidad a cualquier circunstancia.